jueves, 29 de diciembre de 2011

El último beso

Aquella era otra tarde más a su lado caminando por las calles de su ciudad, con ese olor de invierno, sentían como el frío les podía atravesar la piel pero no importaba se tenían el uno al otro, a ella le gustaban esas tardes de tanto frío para poder abrazarse a el y no separarse hasta el ultimo momento de tener que irse a su casa. No se le quitaba la sonrisa de su boca a ella ni a él tampoco, como siempre el no paraba de hablar mientras caminaban por el centro agarrados de sus cálidas manos a pesar de ese aire frío que hacía, ella comentaba de vez en cuando alguna experiencia suya pero poco más, le gustaba escucharle hablar con esa voz tan dulce y tan tranquila que él tiene. 
De vez en cuando se paraban en medio de la calle se abrazaban, se miraban mutuamente a los ojos y el se acercaba a ella y la besaba como si fuera la ultima vez que pudiera hacerlo, y ella le correspondía, dejaba que sus suaves y tiernos labios se fundieran con los suyos. Esa sensación que le invadía por todo el cuerpo cada vez que él la besaba era tan maravillosa y llena de emociones por todo su cuerpo, la adrenalina se apoderaba de ella, deseaba que nunca se acabaran los besos pero tenia que llegar el momento de separarse y seguir paseando por esas calles llenas de transeúntes hasta llegar a su lugar preferido, donde podían estar ellos dos solos sin que nadie les molestara, donde se besaban sin ninguna preocupación, donde las horas a su lado se pasaban volando y de donde no querían irse nunca. Lo que ellos no sabían era que esa iba a seer su ultima tarde juntos, todo iba a cambiar... Esa iba a ser la ultima vuelta a casa acompañada por él pero de algún modo la despedida fue distinta a las demás como si predijeran lo que iba a pasar. 
Su último beso 


Él la acompaño hasta donde siempre se despedían, la atrajo hacia él por la cintura pegándola lo máximo a él quedando sus caras a centímetros, se podía oír como sus respiraciones se mezclaban, ella le miro a los ojos por ultima vez y presiono sus labios contra los de él a la vez que sonreía, disfruta de ese beso como nunca, saboreo cada rincón de sus labios, el juego de sus lenguas era mas intenso y apasionado que nunca antes. Se les echaba la hora de regreso a casa encima, ella ya llegaba tarde pero no le importaba quería estar su lado y él también se tenia que ir iba a llegar tarde pero nada importaba cuando estaban juntos, cada vez que trataba uno de los terminar el beso e irse el otro le decía que no, que se quedara un poco más, y como no, volvían a abrazarse y seguir. Pero llego la hora de que ella se tenia que marchar si o si ahora ya no valían los quédate un poco mas ni aún es pronto. Él presiono sus labios con los de ellas todo lo fuerte y tierno que pudo aún agarrándola por la cintura hasta que ella se separo y se fue sonriendole, mirando hacia donde estaba él. Y esa fue la última noche....  el último beso.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Feliz Navidad y un prospero año nuevo lleno de nuevos deseos a cada uno de mis lectores :)
Merry Christmas :) 

El éxito del fracaso

Estoy empezando a sentir que mi mundo se viene abajo mas cada día. Todo lo que hago me sale mal para que seguir esforzándome día a día, si al final no voy a obtener nada a cambio por lo que poder alegrarme todas las mañanas al despertar. La mala suerte me persigue a cada momento, ¿que le hice para que me siga en todo momento?
Últimamente es que nada me sale bien, soy un fracaso para esta sociedad en la que vivo. ¿Acaso le hice algo malo?
Desperdicie la ultima oportunidad que me dio el amor y la desaproveche, le deje escapar bueno... el se alejo pero para el caso es lo mismo. Si es que para que coño sirve encariñarse con un chico si luego te va a dar la patada, te va a dejar echa polvo. La cosa es que siempre te dices a ti misma que no quieres ir muy rápido pero al final acabas haciendo lo que no querías hacer solo por un simple chico que probablemente lo veas un par de veces y luego se olvide de ti como si nunca hubieras existido en su vida. Por mas que quisieras no agobiarle, no estar pendiente tanto de el... siempre acaba igual. Para que portarse bien si te terminan dañando si o si. ¿Se puede saber que es lo que hago mal para siempre acabe igual? Dímelo y cambio los errores que cometo, así de una vez podre encontrar y estar con la persona que quiero.
Solo me quedan dos cartas con las que jugar, seguir viviendo en este mundo lleno de fracasos o cambiar por completo para que mi autoestima vuelva a subir y poder llegar a ser feliz. Creo que optare por barajar las cartas y elegir ciegamente una de ellas y asumir lo que venga.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Aquel chico

Pasan de repente, frases por mi mente hace frío y llueve, algo me conmueve, vuelven, a mi memoria el patio del instituto  vuelve aquel niño soñando ser adulto.
No se cuantos inviernos me alejan de aquel chico, su gran preocupación cazar coranzoncitos, he grabado un LP. Algo que soñaba él, pero aquel chico era mucho más feliz, no sé...


Porque todo era más fácil, para aquel chico rebelde, porque todo era más grande, y a mi nada me sorprende, porque la felicidad y la ignorancia juntas van, porque el tiempo va robando cosas que al nacer te dan. El dudaba en mil detalles insignificantes, pero tuvo claras varias cosas importantes, testarudo consejos jamás seguía, no, tropezaba y caía, sí, así aprendía...


Un inteligente gamberro y mal estudiante, a menudo en clase dejaba el sitio bacante, la calle era su otra escuela, amaba el arte urbano, pintaba en todas partes, su apodo spray en mano. Montaba siempre juerga, apenas sin un duro, y solo conocía de lejos el lado oscuro, se entraba ciego a casa intentaba disimular, que inocente no eran tontos sus padres. 


No lo puedes evitar siempre miras al pasado y aunque creas que es igual... Todo ha cambiado.
No podrás recuperar lo que el tiempo te ha robado solo queda recordar hoy que el día esta nublado. 


Hiperactivo nunca lo vi relajado, apenas dormía y jamás estaba cansado, vivió la música, las broncas en su casa y en el barrio, los días no existían no importaba el calendario, no importaba el reloj... llegaba a casa y castigado, una vez me contó que se sentía enjaulado, ¿qué ironía verdad? ¿puede sonar tan increíble? yo no puedo dejar de envidiar su alma libre. 


Cuanta ilusión, en cuantas cosas creía, la vida es dura pero el todavía no lo sabía, y es que al abrir los ojos al cielo es de otro color, hoy siento que los tiempos pasados eran mejor... Aquel chico feliz tuvo que madurar con prisa, mis lagrimas añoran esos días de sonrisas. No se muy bien cual es la razón, no se porque al pisar viejos lugares se me encoje el corazón.  
No puedo evitar echar la vista atrás y aunque pueda padecerlo ya... nada es igual noto otro ambiente, todo es diferente, que le ha pasado a todo a ese gente, todo esta más frío o tal vez lo parece, hay muchos más críos o acaso es que uno crece, todos sentimos alguna vez melancolía, te entretienen, disimulas. ¿Y mañana que?


Pero si estás atrapado, encerrado, enjaulado, estás jodido hermano, es imposible no acordarse de todo lo que ha pasado pero el pasado es pasado y esta pasado, si los errores pasados te traen a ti los tienes que dejar y adelantar ser positivo. Mira al frente el futuro depende de que empieces a plantar huevos al presente.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Tic, tac, tic, tac

Había tenido a estas alturas de mi vida un cupo más que razonable de experiencias cercanas a la muerte, aunque desde luego no es algo de lo que uno pueda llegar a acostumbrarse.
Parecía extrañamente inevitable es que sufriera otro nuevo enfrentamiento con la muerte. Daba la impresión de que estaba marcada por el desastre. Había escapado una y otra vez, cierto, pero continuaba viniendo a por mí.
Sin embargo, qué distinta era esta vez respecto de las otras.
Puedes huir de alguien a quien temes, puedes intentar luchar contra alguien a quien odias. Todas mis reacciones se orientaban hacia esa clase de asesinos, tanto monstruos como enemigos.
Te quedas sin opciones cuando amas a tu potencial asesino. ¿Acaso es posible huir o luchar si eso causa un grave perjuicio a quien quieres? Si la vida es cuanto te puedes darle y de verdad le amas por encima de todo, ¿por qué no entregársela?

No podía empezar peor..

Justamente ese día era el crepúsculo de la noche de Nochebuena, estaba deambulando sola por una de las calles insólitas cercanas a la plaza más conocida de mi ciudad. No había nadie por la calle, se podía escuchar el sonidos de mis pasos al pisar el suelo frío, casi helado. Intentaba no pensar en él pero la soledad me hacia pensar más en él, caminaba cabizbaja mirando hacia el suelo. No podía sacarle de mi cabeza, de mi mente, en ningún momento, solo pensaba en el recordando los buenos y felices momentos que pase a su lado aquellos. Tenia presente en mi cabeza en cada instante su aroma, sus cabellos morenos, esos ojos marrones que me derretían por dentro cada vez que los observaba y sus labios perfectamente curvados en forma de sonrisa con ese tono rosados que los hacia especiales y diferentes a los demás, los mismos labios que deseaba besar cada segundo que estaba con él. 
Ese le necesitaba más que ningún otro.Aunque sabia perfectamente que el ya no iba a volver a mi lado, me lo había dejado bien claro aquella mañana cuando estábamos tomando nuestro típico café de cada Nochebuena, que todos los años hacíamos a la misma hora y en el mismo sitio. No salían de mi cabeza las palabras que me había dicho: "Lily los dos sabíamos que este momento tenia que llegar algún día, hoy es ese día  no aguanto mas sin poder decírtelo... Se ha acabado... ya no siento lo mismo, ya no te quiero como antes. Podrás reponerte, lo se te conozco perfectamente después de tres años junto a ti, ahora te dolerá pero en pocos meses sera como si nunca hubiera existido en tu vida." Cada vez que lo recordaba las lagrimas empezaban a recorrer mis sonrojadas mejillas. 
Las ganas de llegar a mi casa aquella noche no existían, quería irme al lugar mas alejado y donde nadie me incomode. Quiero la máxima soledad que haya en al faz de la tierra, desahogarme en mis propias lagrimas. 
En ese instante sonó el móvil, distrayéndome de mis pensamientos. Lo mire, era mi madre. Pensé para mi misma: "Seguro que es para saber si me queda mucho tiempo para llegar a casa y meterme prisa". Descolgué el teléfono:
 - ¿Si?
 - Hija, ¿te queda mucho para llegar a casa? Están a punto de llegar todos y no estas en casa todavía y sin cambiarte de ropa. - Como lo sabia, es tan predecible mi madre.
 -Mama, tranquila llego enseguida. Me da tiempo de sobra a ponerme el vestido. 
 -Bueno.. tu date prisa por si acaso.
 -Si.. ¡adiós!- La colgué enseguida.
Seguía caminando en dirección a casa, acelere un poco el ritmo si no quería discutir como mi madre también hoy. 
Volví a sumergirme en mis pensamientos... 

La Navidad solo es para quienes tienen alguien especial a quien
regalarle un detalle a la mañana siguiente.