sábado, 26 de noviembre de 2011

Aquel maravilloso sueño

Estuve toda la noche en vela, no podía concebir el sueño. No paraba de recordar tus besos, tus caricias, tu mirada, esos ojos marrones.. Cada vez que cerraba los ojos y revivía aquellos momentos se me ponía el vello de punta y es que lo que mas deseo es poder volver a vivir todos esos besos. Aquellos besos en los que nuestros labios se fundían en un beso tan tierno pero a la vez apasionado, podía sentir sus deseos y eso hacia que recorriera una sensación tan extraña ya al vez conocida por todo mi cuerpo. Tenia los nervios a flor de piel, esas hormiguillas en el estomago como cuando estas enamorada, tumbada en mi cama. Solo tenia ganas de que llegara el momento de volver a vernos y poder estar frente a el, mirarle a esos ojos marrones, sentir su piel rozar la mía, saborear sus tiernos y rojos labios... Tan solo pensarlo se me volvía a poner la piel de gallina y a sentir ese cosquilleo en mi estomago, que no se me acababa de quitar del todo. 
Aquella noche soné con él, no era la primera noche que soñaba con el, pero aquel sueño fue diferente de los demás, era mas intenso, mas ansioso, podía sentir todo como si estuviera pasando. Sentía como el viento rozaba mi piel fría, cada uno de los abrazos que el me daba, los besos tan cálidos y tiernos y escucha claramente lo que el me decía:
- Eres mucho mejor de lo que me puedo merecer en este mundo. No sabes cuanto te necesito, quiero estar contigo a cada instante.- Veía claramente su perfecta sonrisa, en mi sueño, cuando me miraba y me sonreía.
- ¿Te he dicho alguna vez que eres lo más perfecto que puede existir en este mundo para mi? ¿Lo mucho que te quiero? - No dejaba de quitarle la mirada.
El sueño era tan real que cuando se acercaba para irme a besar podía notar de nuevo ese cosquilleo en mi estomago. 

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